LA CONTINUIDAD DE LA EMERGENCIA

Ya un mes ha pasado después de que la tormenta tropical Eta toco territorio hondureño dejando inundaciones, deslaves y familias enteras sin hogar en la zona Nor-occidental del país y exactamente 2 semanas después entro la tormenta tropical IOTA terminando de destruir hogares, sueños y esperanzas en las mismas zonas ya afectadas.

El día de ayer sábado 13 de diciembre el compañero Jorge Andino acompaño a una delegación de 4 mujeres que forman parte de la Red de Emergencia y Solidaridad REDES quienes fueron a visitar la Comunidad de El Socorro mejor conocida como finca 8, una de las comunidades ubicadas en el sector sur de la ciudad de El Progreso, Yoro, que fue fuertemente afectada por las aguas del rio Ulúa, esta comunidad conformada por 180 familias, de las cuales 23 quedaron sin hogar ya que 16 casas se destruyeron en su totalidad debido a las inundaciones provocadas por las tormentas tropicales Eta e IOTA. Estas 180 familias han subsistido de la agricultura ya que ahí se cultivaba maíz, yuca y palma, siembras que sucumbieron ante las aguas embravecidas del rio. La mayoría de las personas que salieron de la comunidad están regresando, pero están ubicadas temporalmente en el bordo de la comunidad ya que después de 44 días aún no tienen agua potable para poder limpiar sus casas y tampoco energía eléctrica. La visita tenía como objetivo brindar el apoyo solidario de las mujeres organizadas llevando insumos necesarios de subsistencia como ser agua, leche, frazadas entre otros, ayudas que han sido recolectadas a través de diferentes manifestaciones de solidaridad en el municipio. En las conversaciones con los líderes y lideresas comunitarios se manifestó que ya han tenido acercamiento con las autoridades municipales, aunque aún no existe un plan de reconstrucción para la comunidad.

    Manifestaciones de solidaridad constantes en las comunidades.


Calle de acceso de la comunidad


Joel López mostrándonos como quedo lo que antes formaba su hogar.


Las pequeñas casas elaboradas de ramas, plástico y telas en donde se refugian las familias unas en espera de poder ir a limpiar sus casas y las otras en incertidumbre en espera de un plan de reconstrucción de sus viviendas.

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